Ella tiene el culo caliente,
las mejillas rojas,
los pies como lava,
los brazos en llamas y la saliva fria.
Anoche se durmió otra vez
en la boca del dragón.
Hoy se levantó rara,
como encendida,
se peinó los ojos,
se miró sin verse.
Tomó la valija verde
y la llenó de espuma.
Después se fue.
Rara... rara.
miércoles, 7 de mayo de 2008
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