miércoles, 26 de marzo de 2008

Marcel me lo dijo al oído.

Marcel me lo dijo al oído,
compartiendo conmigo su secreto de café instantáneo.

Allí, en ese lugar, en ese momento,
su expresión me pareció soez, desagradable,
pero transcurrieron los días
y algo me fue ganando de a poco y me inflé de felicidad...

Él, Marcel, mi amigo,
con un simple gesto,
había terminado
con el largo secreto
de esa sonrisa enigmática...

Salú Marcel!