Ella tiene el culo caliente
los pechos turgentes;
Víctor su esperma urgente.
Ella ofrece su espalda
blanca y lisa piel de hada
Víctor vomita allí su bilis, pálida.
Lo único que Víctor y ella logran recordar al finalizar
son sus propios solitarios y calientes ombligos:
subiendo, bajando, sudando, temblando,
ahora y siempre sus ombligos.
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1 comentario:
Me gusta mucho, saludos, Carlos APP 3/3.
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